martes, 29 de noviembre de 2011

La actividad física en la tercera edad

La actividad física puede ser esencial para la mejora física y mental de esa franja de edad a la cual denominamos tercera edad. El ejercicio físico habitual puede ayudar a los ancianos de delicada salud a encontrarse mejor consigo mismos. Con el envejecimiento sobrevienen una serie de modificaciones en el funcionamiento de los órganos y sistemas de nuestro organismo. En las personas mayores, suele existir una disminución importante de la fuerza y la masa muscular, como consecuencia de permanecer en inactividad por periodos prolongados.

¿Qué beneficios no puede proporcionar el ejercicio físico en personas mayores?

  • Menor incidencia de caídas y fracturas óseas, por aumento de la fuerza muscular y coordinación de los movimientos, producto del entrenamiento.
  • Retraso en la aparición de osteoporosis, sobre todo en mujeres posmenopáusicas.
  • Mejora la depresión, sobre todo en mujeres, con los programas de ejercicios físicos.
  • La actividad física cotidiana, constituye uno de los pilares de los programas de prevención de la ateroesclerosis.
  • En personas hipertensas, produce una disminución de las cifras de tensión arterial, con una gran mejoría de su cuadro clínico.
  • Aumenta el gasto calórico del organismo, contribuyendo a la pérdida de peso y al mantenimiento de la misma.
  • Mejora el sueño e induce una sensación de bienestar general.
  • Incrementa la capacidad para desarrollar tareas cotidianas y laborales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario